En 2023, la importancia de la sostenibilidad en el sector industrial es cada vez mayor. Cada vez más empresas están reconociendo la necesidad de implementar prácticas más sostenibles en sus operaciones y procesos de fabricación. Así mismo, los consumidores y los reguladores también están exigiendo que las empresas se comprometan con la sostenibilidad y reduzcan su impacto ambiental.
Según los estudios de ESG (environmental, social and governance) 2021 y 2022 sobre tendencias macroeconómicas, el 35% de los fabricantes afirmaron contar con un programa ESG formal en marcha o en planificación activa en 2022, frente al 23% en 2021.
El 61% de los fabricantes citan la garantía de cumplimiento con las regulaciones medioambientales y otras leyes como un factor significativo, en comparación con solo el 44% en otras industrias. El 29% de los fabricantes buscan mejorar la eficiencia operativa con un programa ESG. El 26% afirma que la innovación para satisfacer la creciente demanda de los clientes es el principal impulsor de los esfuerzos de ESG.
Estos resultados muestran que los fabricantes tienen tres áreas de enfoque destacadas en cuanto a sus iniciativas de sostenibilidad.
Garantizar el cumplimiento de las regulaciones actuales y futuras
Las regulaciones ambientales existentes y emergentes impulsadas por los reguladores presentan riesgos importantes para las operaciones de los fabricantes. Las consecuencias de no cumplir con estos requisitos pueden variar desde multas severas hasta la cesación de operaciones, demandas y posiblemente el impacto financiero más importante: la pérdida de confianza del consumidor. En resumen, la necesidad de cumplir con las regulaciones ambientales es demasiado grave para ignorarla, convirtiéndose en un elemento fundamental para la fabricación sostenible y un lugar común para que los fabricantes lo aborden. Esto se puede lograr a través de:
- Selección de materiales: eligiendo materiales que sean más respetuosos con el medio ambiente y tengan una huella de carbono más baja, como materiales reciclados o de origen biológico.
- Diseño para el desmontaje: diseñando productos de manera que puedan ser fácilmente desmontados para su reutilización, reciclaje o renovación, reduciendo así los residuos.
- Evaluación del ciclo de vida del producto: analizando todo el ciclo de vida de un producto, desde las materias primas hasta su eliminación, para identificar áreas donde se puedan minimizar los impactos ambientales.
Mejorar su eficiencia operativa
En el contexto de la fabricación industrial, los programas ESG pueden ayudar a los fabricantes a mejorar su eficiencia operativa al enfocarse en reducir su impacto ambiental y social, al tiempo que mejoran la gobernanza de la empresa. Al abordar estos tres aspectos, los programas ESG pueden ayudar a los fabricantes a reducir costos, mejorar la eficiencia y la productividad, y aumentar la satisfacción del cliente y la confianza en la marca.
Por ejemplo, un fabricante puede implementar programas ESG para reducir su uso de energía y agua, optimizar su cadena de suministro para reducir las emisiones de carbono, mejorar la seguridad y la salud de sus trabajadores y comunidades locales, y garantizar la transparencia y responsabilidad en la gestión de sus operaciones.
Satisfacer la creciente demanda de los clientes
La innovación para satisfacer la creciente demanda de los clientes es uno de los principales impulsos detrás de los esfuerzos de ESG por parte de los fabricantes. A medida que los consumidores se vuelven cada vez más conscientes del impacto ambiental y social de los productos que compran, están buscando productos más sostenibles y éticos. Esto está impulsando la demanda de productos más ecológicos y socialmente responsables.
En conclusión, para los fabricantes, garantizar el cumplimiento de las regulaciones ambientales es fundamental, ya que el incumplimiento puede resultar en sanciones significativas y dañar la confianza del consumidor. Aumentar la eficiencia operativa puede ser un «win-win» para el medio ambiente y los márgenes de beneficio, mientras que innovar para satisfacer la creciente demanda de los clientes puede conducir a productos y procesos más sostenibles.
A medida que la sostenibilidad se vuelve más importante para los consumidores y los reguladores, los fabricantes deberán seguir priorizando las iniciativas de sostenibilidad e integrarlas en su estrategia empresarial general. Esto requerirá una inversión en nuevas tecnologías y procesos, pero los beneficios a largo plazo valdrán la pena tanto para el medio ambiente como para el beneficio económico.
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