La impresión 3D, una tecnología que existe desde hace más de 20 años, está viviendo su punto álgido, ya que su combinación con otras tecnologías como el Internet of Things o la Realidad Aumentada está haciendo posible la Cuarta Revolución Industrial que da lugar a la Industria 4.0. Por lo tanto, se trata de una tecnología en expansión que, gracias al clima propicio para su adopción y los avances de los que las distintas tecnologías de impresión se han beneficiado, está atrayendo a cada vez más clientes profesionales y se está empezando a hacer un lugar en el hogar de algunas personas.
La fabricación aditiva supone una nueva forma de producir las cosas, motivo por el cual es muy útil en aquellos sectores en los que se necesita fabricar objetos de forma rápida aun precio eficiente. Es un sistema de producción muy utilizado para prototipado, utillaje y sectores en los que se necesitan modelos y maquetas únicos como arquitectura, sector médico y sector dental. Con las múltiples opciones de tamaño, materiales que incluyen termoplásticos de producción y de nivel de ingeniería y la posibilidad de imprimir a todo color y con texturas en equipos como la Stratasys J750, los usuarios pueden crear desde prototipos realistas y completamente funcionales a modelos médicos y tiradas cortas de productos personalizados.
Es aquí donde encontramos uno de los puntos fuertes de esta tecnología, la posibilidad de producir volúmenes bajos ya sea imprimiendo los moldes para realizar una tirada corta de producción o imprimiendo directamente los productos. Se trata de una respuesta a un mercado global que demanda productos adaptados a los gustos regionales y personales, gracias a la impresión 3D las empresas pueden crear estos productos de nicho de forma eficiente reduciendo enormemente tanto los costes como el tiempo de salida al mercado.
Otra ventaja de la impresión 3D frente a los métodos de fabricación tradicionales es la libertad de diseño, ya que mientras con los sistemas de producción tradicional existen limitaciones en cuanto a las formas de los diseños que son capaces de fabricar, con la impresión 3D y los materiales de soporte es posible crear formas más complejas. Antes se diseñaba para el sistema de fabricación y ahora la impresión 3D se adapta para hacer posible cualquier diseño. En definitiva, la fabricación aditiva es un sistema de producción que está llamado a revolucionar la fabricación y la forma en la que trabajan múltiples sectores.