Uno de los objetivos de las empresas industriales es desarrollar y fabricar los mejores productos para sus clientes, esto se consigue con un buen sistema de desarrollo que les permita innovar adelantándose a su competencia. Una buena forma de mejorar el proceso de desarrollo y fabricación de los productos es la integración entre la ingeniería de sistemas y el PLM (Product Lifecycle Management), un proceso que da cómo resultado procesos más integrados y un mejor flujo de información entre las distintas partes implicadas.
En la actualidad, el software permite la aparición de todo tipo de Smart Connected Products o Productos Inteligentes, además, proporciona las herramientas para crear la lógica de control y la interfaz de usuario de cada uno de estos productos. Con el flujo de información que los Smart Connected Products envían a sus fabricantes, su ciclo de vida se extiende durante los años de uso por parte del cliente de forma que los fabricantes cuentan con unos datos de uso y contexto reales a los que no tenían acceso con los productos tradicionales. Todas estas características, que son posibles gracias al software, aportan valor añadido tanto a los fabricantes como a los usuarios finales de los productos. Esto plantea un reto que las empresas deben superar ya que, los productos intensos en software son complejos y es necesario incorporar otra fase de desarrollo de producto a los procesos de PLM existentes. Además, se añade un obstáculo que algunas empresas de desarrollo de productos tienen en su organización, la separación y desconexión de los departamentos de ingeniería. Esto provoca que los departamentos de ingeniería mecánica, eléctrica y de desarrollo de software no tengan comunicación entre ellos, un problema que a veces se extiende dentro de las diferentes partes del mismo departamentos (como ingeniería de requisitos, especificación y verificación y gestión de pruebas). Los efectos de esta falta de comunicación entre los departamentos de desarrollo de productos, que lleva a la falta de trazabilidad y a la integración tardía, son los problemas de calidad, la incapacidad de adoptar cambios de una forma rápida y ciclos de innovación demasiado lentos.
Para superar estos obstáculos durante el desarrollo de productos, las empresas necesitan un entorno holístico de ingeniería de sistemas que combine capacidades PLM con ALM (Application Lifecycle Management) y proporcionen una interfaz con herramientas de desarrollo y simulación. Con la introducción de la ingeniería de sistemas en el proceso global de desarrollo de productos se asegura una interacción fluida entre los componentes de software y de hardware, por lo tanto un mejor funcionamiento y calidad del producto.
En Integral Innovation Experts tenemos una amplia experiencia en la consultoría, formación e implementación de soluciones PLM y de ingeniería de sistemas, si tiene cualquier duda póngase en contacto con nuestros expertos aquí.
